La Nausea
Por Jean Paul SartreLa Nausea es una novela que cuenta la historia de Antoine Roquentin, un hombre de treinta y tantos años que vive una vida tranquila después de viajar por diferentes partes del mundo, y que ahora se mantiene gracias a sus rentas y dedica sus días a escribir sobre la vida del Marques de Robellon.
Entre sus actividades cotidianas se encuentran pasear por su ciudad que lleva por nombre Bouville, donde observa a sus habitantes y examina sus comportamientos; Antoine suele fumar en su pipa y ver desde la ventana la calle de abajo cuando no tiene ganas de salir. Además, frecuentemente recuerda a una tal Anny, una mujer con la que tuvo una relación y que ahora ve de vez en cuando.
Un día, tras verse en el espejo la nausea se hizo más presente en su sentir general, y esto provocó en él un cambio de paradigma en su vida, donde empieza a ser consciente de su existencia y como esta funciona e interactua con el resto del mundo. “Sé que existo”, es como lo diría él.
Qué es una aventura
Conforme pasan los días, Antoine nos cuenta lo que sucede en las calles de su ciudad, y uno de los temas principales que resuena en nuestro protagonista es la pregunta sobre qué es una aventura. En un domingo, la gente se reúne en la iglesia y luego se dirige a los restaurantes y jardines para socializar. Antoine, como mero espectador, los mira.
Al terminar el día, después de un hermoso atardecer a la orilla del mar donde la gente se había reunido con sus seres queridos, Antoine llega a la conclusión de que una aventura no reside en los acontecimientos, ni en su contenido, sino en la consciencia del transcurso del tiempo y su irreversibilidad, en cómo los acontecimientos se encadenan uno tras otro. Con el siguiente ejemplo puede quedar más claro:
Vemos una mujer, pensamos que será vieja, pero no la vemos envejecer. Ahora bien, por momentos nos parece que la vemos envejecer y que nos sentimos envejecer con ella: es el sentimiento de aventura.
El quehacer genera existencia
Después de terminar su libro sobre el Marqués, Antoine reflexiona sobre la importancia de este personaje en su vida durante todo el tiempo que le dedicó. Antoine vivía a través del Marqués y ahora, con su labor terminada, se pregunta qué hacer a continuación.
Al poco tiempo recibe una carta de Anny para reencontrarse, y esto lo sumerge en una crisis existencial donde ya no soporta la nausea, aunque no puede escapar de ella porque él es la nausea misma, todos los somos.
Muchas veces vamos por el mundo viviendo y haciendo nuestras actividades cotidianas y nos olvidamos que existimos, porque nos convertimos en estas actividades, porque somos lo que hacemos. Todo esto a pesar de que no pedimos existir.
Todo lo que existe nace sin razón, se prolonga por debilidad y muere por casualidad. (…) la existencia es un lleno que el hombre no puede abandonar.
Hemos sidos arrojados a la existencia sin ningún sentido, en este mundo donde vivimos sumergidos en actividades tan monótonas que nos permiten olvidar por un momento sobre nuestra existencia, y que llamamos normales. Siempre esperando el Mañana, que mejor dicho sería un nuevo hoy. Parafraseando al protagonista: el quehacer genera existencia.
Y la felicidad solo puede suceder en el tiempo que precede un nuevo evento en nuestras vidas, porque cuando ya se haya cumplido, volveremos a ser arrojados a la existencia y a nuestra soledad. No importa cual juntos o cerca estemos de los demás, nuestra propia experiencia de la vida, esta jaula llamada “el momento”, no aísla de cualquier otra experiencia ajena.
Para terminar
Veo claro en el aparente desorden de mi vida: en el fondo de todas esas tentativas que parecían sin relación, encuentro el mismo deseo: arrojar afuera de mí la existencia.
Como todo, “algo comienza para terminar”. Al final esperaba un final más shockeante, pero como en la vida misma, todo esto continua y no queda de otra que seguir existiendo y hacer las pases con la nausea mientras estamos aquí.
El caso de nuestro protagonista no es el caso del de la mayoría, pues no todos contamos con departamentos para rentar. Su sufrimiento proviene del no-quehacer, de tener todo el tiempo del mundo para dedicarse a cualquier cosas sin preocuparse de si va a poder comer al día siguiente, y al mismo tiempo saber que nada de esto importa.
Super recomiendo este libro, me encanto la forma en que Sartre la escribe y describe las situaciones que vive Antoine con un estilo exquisito. Los temas de los que habla y que omití varios, porque eran pequeños pero importantes para que los leas por tu cuenta, son relevantes para comprender que aunque la vida no tenga sentido y la naturaleza de la existencia es fría e indiferente a nuestros sentimientos, la especie humana ha podido superar estos infortunios gracias a las emociones, que nos pueden guiar mientras estemos sobre este planeta.
La vida no tendrá razones intrínsecas para vivirla, pero como nada importa, eso significa que incluso el sinsentido no tiene sentido, y todo esto se vuelve en una hoja en blanco en la que puedes escribir tu propia historia.